11 Obras del Museo Soumaya que no puedes perderte
Por Regina Sienra. 18 de febrero de 2021
museo soumaya en polanco cdmx
Foto: Fotos de stock de Kamira/Shutterstock
El Museo Soumaya, un extraordinario museo ubicado en la Ciudad de México, nació de una ambiciosa colección privada. Fundado por el multimillonario Carlos Slim, el museo lleva el nombre de su difunta esposa, Soumaya Domit, con quien el empresario compartía su amor por las artes. Con un acervo de más de 66,000 piezas, esta institución nos ofrece un recorrido por la historia del arte desde siglo XV hasta siglo XX en México y alrededor del mundo.
Si bien su nombre evoca su actual sede principal–un gigantesco edificio moderno ubicado en el barrio de Polanco que abrió sus puertas en 2011–, sus recintos también abarcan su antigua sede en Plaza Loreto y la Casa Rafael Tovar y de Teresa, también en la Ciudad de México.
La sede principal del Museo Soumaya es una obra digna de apreciarse en sí misma. Diseñado por Fernando Romero con asesoría de Frank Gehry–la cual puede apreciarse en sus líneas curvas y su ingeniosa incorporación del metal a la fachada–esta inusual estructura está cubierta por 16,000 hexágonos de aluminio. Su espectacular acervo está dividido en seis pisos, los cuales contrastan con el extravagante exterior al ser minimalistas, bien iluminados y espaciosos. Tanto su maravillosa arquitectura como su excepcional colección le valieron recibir el título de uno de los museos más bellos del mundo en 2020 por la revista Vogue.
En la colección del Museo Soumaya encontramos desde maestros flamencos del siglo XVI como Pedro Pablo Rubens hasta grandes muralistas mexicanos como Diego Rivera, pasando por decenas de corrientes y nombres que marcaron un parteaguas en la historia del arte. Exploremos algunos de las piezas más destacadas de la colección del Museo Soumaya.
Estas son algunas de las piezas más importantes de Museo Soumaya.
CABEZA DE UN HOMBRE BARBADO (C. 1617-1618), PEDRO PABLO RUBENS
Pedro Pablo Rubens, el principal exponente de la escuela flamenca de la pintura barroca, abarcó una gran variedad de temas pictóricos, desde escenas mitológicas hasta retratos. En este estudio, podemos apreciar algunos elementos que hicieron de Rubens una figura influyente en este periodo: la atención al color y el dinamismo que se puede imprimir hasta a las escenas más serenas, como un hombre serio viendo hacia el espectador.
MARÍA MAGDALENA COMO LA MELANCOLÍA (C. 1622-1625), ARTEMISIA GENTILESCHI
Una extraordinaria artista del periodo barroco, Artemisia Gentileschi es reconocida por su uso magistral de la luz y la sombra, una paleta de colores profundos y un enfoque realista sobre la anatomía femenina. Todo esto está presente en María Magdalena como La melancolía, en la que destaca el detalle de sus ojos llorosos y la expresividad en la pose derrotada de la figura. Esta es la segunda versión que Gentileschi realizó de esta pintura.
RETRATO DE UN CABALLERO CON SOMBRERO DE ALA ANCHA (C. 1660-1665), BARTOLOMÉ ESTEBAN MURILLO
Bartolomé Esteban Murillo desarrolló un uso teatral de la luz tanto en sus pinturas de situaciones cotidianas como en sus escenas religiosas. Murillo eventualmente integró a su técnica de pintura de retratos, como podemos ver en esta pieza, donde captura y realza la emotividad en el rostro de su sujeto a través de la luz, que enmarca a la figura y da forma a la composición.
VALLE DE MÉXICO DESDE EL CERRO DE SANTA ISABEL (1884), JOSE MARÍA VELASCO
pintura de josé maría velasco en museo soumaya
Foto: Wikimedia Commons (Dominio público)
Valle de México desde el cerro de Santa Isabel fue un tema al que Jose María Velasco volvió varias veces entre 1875 y 1884. En esta pieza, podemos apreciar los elementos característicos de los atmosféricos paisajes de este pintor mexicano, desde su manejo de la luz para enmarcar la escena, su precisión para retratar la vegetación de la zona y un profundo respeto por la disposición orgánica del paisaje que está plasmando en su lienzo. Así, Velasco ofrece una pintura que funciona como una especie de documento histórico para trazar la historia natural del Valle de México.
PASTOR CON REBAÑO DE OVEJAS (1884), VINCENT VAN GOGH
pintura de van gogh en museo soumaya
Foto: Wikimedia Commons (Dominio público)
Pastor con rebaño de ovejas pertenece a los primeros años de la obra de Vincent van Gogh, antes de adquirir el estilo expresivo y colorido que ha caracterizado sus obras; no obstante, en esta obra creada durante su periodo en Nuenen, podemos notar algunos elementos dinámicos que cobrarían fuerza en los últimos años de su producción. Marcada por una paleta oscura y composiciones taciturnas, esta pintura formó parte de una serie hecha por encargo del orfebre Antoon Hermans.
PAISAJE EN GIVERNY (1887), CLAUDE MONET
En 1883, Claude Monet alquiló una casa en Giverny, Francia, y desde ese momento, la idílica villa se convirtió en la gran protagonista de su obra; sin embargo, Paisaje en Giverny precede a las últimas décadas de su vida, dedicadas a pintar su bella casa. En cambio, Monet captura una escena invernal vista desde la ventana de un tren, con una paleta de colores fríos que crean una escena taciturna, evocando el distanciamiento con su segunda esposa, Alice Hoschedé.
MUJER QUE SE SECA (C.1890), EDGAR DEGAS
La obra de Edgar Degas se caracterizó por una especie de enfoque voyerista hacia la figura femenina, capturada con varios medios, como pastel, pintura al óleo y dibujo. En esta pieza de 1890 se aventura más allá de su usual paleta grisácea para crear una composición con tonos contrastantes: el cabello rojo de la figura destaca sobre un fondo turquesa.
RETRATO DE JEAN RENOIR (1901), PIERRE AUGUSTE RENOIR
retrato de renoir en el museo soumaya
Foto: Irgli00 vía Wikimedia Commons (CC BY-SA 4.0)
En este expresivo retrato, Pierre Auguste Renoir nos presenta a su hijo Jean cuando tenía 7 años. En esta pieza, podemos ver los elementos de las vibrantes escenas de Renoir aplicadas a un retrato: colores intensos y trazos expresivos que capturan la personalidad del pequeño. Eventualmente, Jean se convertiría en un director de cine, guionista y actor reconocido en Francia, influyendo incluso en la obra de François Truffaut.
EL PENSADOR (1903), AUGUSTE RODIN
pensador de rodin en el museo Soumaya
Foto: Museo Soumaya (vía Wikimedia Commons) (CC BY-SA 4.0)
El Museo Soumaya alberga la colección de Auguste Rodin más grande fuera de Francia, y tiene una sección prácticamente dedicada a este escultor francés en el sexto piso. Entre las piezas que se exhiben está La sombra, El beso, Eva y un busto del escritor Víctor Hugo; sin embargo la joya de la corona es una versión monumental de su escultura más famosa: El pensador.
RETRATO DE EVELYN PERROT (1932), TAMARA DE LEMPICKA
Conocida como “la baronesa con pincel”, Tamara de Lempicka se hizo famosa por sus autorretratos y pinturas de mujeres en su elegante estilo art déco. Esta pieza data de su periodo más exitoso y controvertido, ya que era famosa por sus fiestas salvajes. La protagonista del retrato es Evelyn Perrot, hija de la amante de Lempicka.
RÍO JUCHITÁN (BAÑO DE TEHUANTEPEC) (1956), DIEGO RIVERA
mural de diego rivera en museo soumaya
Foto: Fotos de stock de BondRocketImages/Shutterstock
Pintado en 1956, este fue el último mural que realizó Diego Rivera. Fue creado con mosaico de estilo veneciano y mide 8.7 metros de largo. Este mural, el único que Rivera pintó por ambos lados, tiene una secuencia narrativa entre ambas partes. Este extraordinario mural se exhibe en el vestíbulo del Museo Soumaya.